martes, 14 de abril de 2009

PASIONKILLERS: PEQUEÑECES QUE AHOGAN EL DESEO


No se ustedes lectores, pero en algunas ocasiones existen algunos detalles que previos o durante el acto sexual, hacen de nuestro salvaje apetito y erección, una completa mezcla de desinterés y flacidez.

Lo que continuación presentare son una serie de factores que han de evitarse a toda costa, tanto de manifestarlos como de apreciarlos. Estos pueden dejarte en absoluto antierotismo, aunque te cause gracia y chiste leerlos (¿será por que los haz visto o evidenciado?).

1. Malos Olores: malos alientos hacen perder el deseo del contacto intimo inicial; el beso. Ni que decir de la sobaquina que puede tumbarte cuando levantan los brazos en busca de los tuyos. Otra cosa son los penes tipo “yuca”, no por lo grandes y duros, sino por los sucios, aquellos que expelen un hedor que nunca olvidas y generalmente comparas con desperdicios, en especial de origen marino. Pero el ganador es el mortecino aroma de un culo sin bañar, ojala acompañado de una tenue línea fecal en la ropa interior, como si fuera la frenada de un auto de F-1 a toda velocidad. Uno solo de estos aromas, combinación de uno más o de todos, te dejan con más ganas de vomitar que fornicar.

2. Ropa Interior: aunque este apartado depende del gusto del consumidor, se que me darán la razón. Alardes de excentricidad tales como calzones con formas de animales, trompas, picos de aves y demás, raya en lo ridículo transformando el morbo en autentica risa. También influye el material, es horrendo hallarse con interiores confeccionados en maya o telas brillantes, pero ni hablar del diseño y color. Los hilos dentales y los colores estridentes (al igual que estampados muy sobrecargados), son absolutamente mata pasiones. También es fatal el uso de prendas femeninas al igual que ropa interior muy anticuada. Nada como los convencionales clásicos, los boxers, los slips y los tongs, obviamente todos en telas convencionales y elásticas. Aunque algunas rarezas de sex shop (especialmente en cuero y latex de colores negros...grrr), no caen nada mal.

3. Canibalismo: unos mordiscos moderados por el cuerpo son deliciosos, pero cuando rayan al extremo de arrancarte el pedazo de piel y carne, se hacen incómodos. También aplica a los pellizcos.

4. Granomania o Pornstyle: no me refiero a ver películas XXX con tu amante (plan muy excitante), sino al hecho de ir directo al grano y enfrascarse en la genitalidad sin estimulación o juego previo alguno. Sencillamente esto es sinónimo de mal polvo.

5. Frases Inadecuadas: palabras no encajantes al acto. Por ejemplo palabras tiernas en un acto sexual lleno de salvajismo y furia sexual, es algo totalmente discordante y desmotivante. Procura también evitar referenciar familiaridad (soy el niño de mami, papi, etc), animales muy extravagantes (cucharas o cosas asi), fetiches muy dislocados y secreciones o excreciones corporales.

6. Efecto Mango: estas con ganas de otorgar una fenomenal mamada cuando de repente el afro pubico de tu compañero hace que termines chupando el pelambre alrededor del falo, y cual mango fuese, resultas escupiendo pelos y sacándotelos de el espacio entre los dientes. Por favor, córtense ese greñero pubico tan inmundo de forma moderara, sin pasarse a rasurar porque en este extremo opuesto genera inapetencia.

7. Eructos y Gases: aunque suene increíble, sucede. Lo besas y de golpe terminas saboreando el aroma fermentado de meriendas anteriores. Estas en un momento de candente penetración, cuando un fétido aire sale del trasero de tu consorte y tan solo quieres alejarte de el. Particularmente a mi me paso algo muy molesto; una vez que le estaba haciendo sexo oral a mi primer novio, este soltó tremendo pedo que me fume entero de principio a fin. Mi respuesta: un insulto, tome mis cosas y me fui del lugar.

8. Eyaculacion precoz, Disfunciones erectiles: el apartado lo dice todo, ni hablar. Si alguno de estos problemas se presentan, favor consultar al medico, sexólogo, urólogo......el especialista que sea de menester.

9. ¡Ouch!, ¡Duele!: por favor, sobre todo si se lleva mucho tiempo sin pasividad, no sean tan salvajes, tengan paciencia y sean suaves a la hora de penetrar. Eso que se lo manden a uno de un solo viaje y sin un trabajito previo, no aguanta, a menos que seas fanático del fist fucking.

10. Mi Pene y Yo: algo supremamente patético y antideseo es tomar al pene como si fuera otro ser que comparte tu cuerpo, es decir, darle un nombre (ojala con diminutivo), tratarle como niño o depredador (en el primer caso cosas como “chiquilín” en el segundo como “tiburoncin”), dialogar con el, compadecerlo y entre otras cosas. Mucho ojo con esto, pues muchos psicólogos afirman que esto es un síntoma de inseguridad masculina.

Aunque te rías de lo que acabas de leer, lo hayas vivido o no de alguna forma, son factores de lo mas destructivos del deseo, e incluso te pueden alejar de alguien que quieras que sea mas que cama, con solo tener que imaginar lidiar con estas cosas de forma frecuente y prolongada, o el hecho que el luche con ellas. Recomiendo que si son ustedes quienes las manifiestan, procuren eliminar estas conductas. Pero si son los espectadores, ser sinceros y diplomáticos no estaría nada mal, es obvio que la persona se sentirá algo atacada, pero luego se dará cuenta del bien que le hiciste.

2 comentarios:

El Hombre Amarillo dijo...

la del pedo fue olimpica jajajjajajaj

Anónimo dijo...

la primera mi hizo sentir cierto sabro extraño en la boca, el que se siente cuando quieres vomitar!