Erase una vez el vino, y en torno a ellos dos furiosas bocas bebiendole en una borrasca propia de dos automatas carnales tras una jocosa noche estridente...las barbas se raspaban y chisporretaban el rostro con evidentes escalofrios en la espalda mientras las manos se deslizban bajos las camisas indefensas tras las maltratadas corbatas que en el suelo atestiguaban los tremulos e ilicitos cuerpos danzando el agresivo waltz del fuego fatuo.
No tardo el suelo en convertirse en una tribuna de prendas mientras el le tomo de las caderas y lo puso en el trono de la lujuria donde vertia vino sobre este nuevo rey de lo prohibido...y con su lengua recorria cada forma bañada por el profundo carmesí erizando cada vello, haciendo temblar las carnes y resonar la expresion de la satisfacción...se erguian candentes los falos como monumentos viriles, se empapaban en merlot para sazonar el deboto culto que los labios hacian con obediencia...y a veces se lamian las raices o la caverna boscosa y profana de los caballeros.
Las manos reesculpian sus figuras rudamente, de grandes proporciones y texturas afelpadas, mientras suaves dentelladas y gruñidos entre si, con aroma a fermentada vid cuya embriguez no superaba el ardiente delirio de posesion entre los contendientes...era una guerra de hombrias hambrientas entre si, pero solo uno tragaria el mastil del gozo palpitante...entonces el le toma de nuevo de las caderas y con gran contundencia envaina su puñal dentro de el, quien sujetandose de sus brazos empuja sus montañas pastosas y suculentas hacia la humeda daga que devora...y en una cancion de jadeos y gemidos ambos chocan en tectonicos movimientos extasiantes mirandose fijamente mientras en lacteos manantiales hacen erupcion sus volcanicas armas carnales...y asi, mientas sus miradas se pierden una en la otra, de si mismos y de ese instate...en armonia...El Extasis y La Agonia.
No tardo el suelo en convertirse en una tribuna de prendas mientras el le tomo de las caderas y lo puso en el trono de la lujuria donde vertia vino sobre este nuevo rey de lo prohibido...y con su lengua recorria cada forma bañada por el profundo carmesí erizando cada vello, haciendo temblar las carnes y resonar la expresion de la satisfacción...se erguian candentes los falos como monumentos viriles, se empapaban en merlot para sazonar el deboto culto que los labios hacian con obediencia...y a veces se lamian las raices o la caverna boscosa y profana de los caballeros.
Las manos reesculpian sus figuras rudamente, de grandes proporciones y texturas afelpadas, mientras suaves dentelladas y gruñidos entre si, con aroma a fermentada vid cuya embriguez no superaba el ardiente delirio de posesion entre los contendientes...era una guerra de hombrias hambrientas entre si, pero solo uno tragaria el mastil del gozo palpitante...entonces el le toma de nuevo de las caderas y con gran contundencia envaina su puñal dentro de el, quien sujetandose de sus brazos empuja sus montañas pastosas y suculentas hacia la humeda daga que devora...y en una cancion de jadeos y gemidos ambos chocan en tectonicos movimientos extasiantes mirandose fijamente mientras en lacteos manantiales hacen erupcion sus volcanicas armas carnales...y asi, mientas sus miradas se pierden una en la otra, de si mismos y de ese instate...en armonia...El Extasis y La Agonia.
