sábado, 31 de agosto de 2013

El Verdadero Apoyo al Campo y la Industria Colombiana



Hola a todos mis lectores, especialmente de nuevo a mis detractores. Hoy abordare un tema de moda, que para mi desde antes de este fenómeno del paro campesino, ya era de mi preocupación. Si señores hoy hablare del apoyo a las revoluciones.
 
Todos en nuestra vida hemos tenido ese estado idealista en el cual creemos que las arengas y buena voluntad cambiaran el mundo, otros mas ingenuos aun creen que por la violencia y las  armas lograran algo... y yo les pregunto, ¿Qué tanto apoyan ustedes sus ideales en verdad?.
 
Bueno explicare cual es el origen de esta crisis agraria partiendo que desde hace mucho pero mucho tiempo el campo a pesar de ser el sector mas productivo del país ha sufrido todo tipo de olvido y abusos, basta no mas con recordar la matanza de las bananeras en 1928, cuando la Tropical Fruit Company pagaba con vales intercambiables de sus almacenes a sus empleados y con esos vales no alcanzaban a cubrir sus necesidades pues la tropical para no traer los barcos vacíos, los traían cargados de la mercancía que ofrecían a cambio de los vales, los campesinos se cansaron de esto e hicieron huelga, la compañía pidió apoyo al gobierno y pues sencillamente las autoridades acribillaron a los manifestantes.
 
Aunque la historia ha cambiado, después de eso se volvió a olvidar el campo y esa injusticia creo los movimiento guerrilleros en pro del campesino y el obrero, pero reitero, todo se corrompe y con el tiempo se volvieron sádicos, adictos al poder y el dinero mal habido y empezaron a atacar y poner en situaciones difíciles a sus dizque protegidos, y cuando se volvieron mafia, la respuesta fue las autodefensas y la cosa empeoro...entonces además de olvido e injusticia social, ahora había que sumarle terrorismo y miedo, eso sin contar que había el precedente de la violencia política cuando liberales y conservadores se mataban idiotamente, que no hizo mas que hacer que muchos campesinos dejaran botadas sus tierras perdiéndolo todo.
 
Luego llegaron los 90 y con el Cesar Gaviria y su apertura económica, donde el muy tarado quito aranceles a los productos del extranjero pero sin antes fortalecer el campo y la industria colombiana; entonces llegaron productos del extranjero a menor precio, producidos en masa, entre ellos el trigo, y se acabo el negocio del trigo para el granjero, posteriormente igual sucedió con la cebada, entonces al campesino no le quedo sino valerse de la cebolla, la papa, el arroz y la leche.
 
Entonces luego también empezamos a importar arroz, luego papa de Perú...y café de Brasil, es decir, acá con el mejor de todos los cafés le empezamos a comprar la porquería esa a los brasileros.
 
Para colmo los insumos para poder producir se les vende carísimo a los campesinos, y también les montan un TLC (Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos en el cual el granjero gringo esta subsidiado, produce en masa por tener el campo industrializado y si vende una naranja, la vende a la tercera parte que lo que se vendería una nacional teniendo en cuenta los pocos subsidios y que esta no se produce en masa, sino que un intermediario reúne pequeñas cosechas para venderlas mas caras mientras el las compra a precio miseria...y aun así, esta naranja resulta mas cara que la gringa.
 
Ya resumido, los campesinos no quieren que el gobierno le regale algo, sino que sea justo y les ayuda para no llegar a la miseria y el hambre, para que ese TLC y las semilla patentadas no los dejen en la ruina.
 
El campesino necesita nuestro apoyo y este no solo se debe limitar a una marcha ni tampoco solamente a divulgar los videos y fotos de como la fuerza publica los atropella, y MUCHO MENOS NECESITA DE VANDALOS COBARDES QUE CUBREN SU CARA CON CAPUCHAS PORQUE CREEN QUE LA VIOLENCIA Y DISTURBIOS HARA LA DIFERENCIA PERO NO PONEN LA CARA PORQUE A LA ALRGA SABEN QUE ESTAN OBRANDO MAL...que pendejos, reaccionen, desde el bogotazo se le ha echado piedra y disturbios a la ciudad y las autoridades y de momento no se ha ganado absolutamente nada, salvo generar heridos, muertos y perdidas millonarias, además que pone al gobierno mas soez para negociar.
 
Bueno si quieren realmente apoyar al campesino colombiano, antes de ir a un Carulla o un Surtifruver y comprar naranjas importadas, piense que en la tienda de su barrio, en los distribuidores mayoristas o en las mismas plazas de mercado le espera una suculenta naranja criolla, cuando este en la 93 degustando una ensalada en el Café Renault por la módica suma de $100.000 piense que usted puede primero descubrir sus habilidades culinarias y hacerla en casa al 5% del costo que paga en al 93 o quizá en Crepes and Waffles le salgo un poco menos costosa y si muy gustosa para también de paso darle empleo a una madre cabeza de familia.
 
Cuando le ofrezcan lácteos importados, recuerde que cerca a Bogotá, en Ubaté hacen quesos muy deliciosos y de muchas variedades, y si quieren afrancesarse, alpina tiene una línea de quesos de ese tipo.
 
Cuando coman en un Mac Donalds no se van a llenar de estatus, pues salvo aquí, esta cadena de comidas rápidas a nivel mundial ofrece comida rápida barata y esta demostrado por muchos estudios que no es que sea un buen habito comer seguido allí, opte por las deliciosas hamburguesas del corral o prepárelas usted mismo en casa con carne magra y de paso se evita una coronaria tapada.
 
Y ahora que en 2014  llegara Starbucks para delicia de hipsters y arribistas, siga fiel a Juan Valdez que nos provee deliciosas variedades del mejor café del mundo a módicos precios, tenga en cuenta que Starbucks será apoyado por Nutressa mejor conocida como Nestlé, multinacional muy famosa por generar daños en el medio ambiente y quebrar pequeños granjeros.
 
Entonces si queremos apoyar el paro campesino no sea una moda, y de paso también apoyar la industria colombiana, compremos cosas hechas aquí, créanme que ese jean Levis que le costo $300.000, lo consigue con la misma calidad y corte hasta una quinta parte del precio.
 
Compre todo lo posible sembrado y fabricado aquí, y sea coherente, no se regodee de ser socialista cuando tien un celular de alta gama, tablets y otros gadgets caros, y envía mensajes a las redes sociales desde ellos, sea por lo menos un burgués sincero y consiente, apoye al pueblo sin discursos baratos, mas bien tome acciones, no de alarde de ellas y le aseguro que así contribuye mas.
 
Llenémonos de verdadero orgullo patrio, no ese de cinco pesos de sombrero vueltiao, poncho y chiva rumbera, ni tampoco recordemos que somos colombianos solo cuando triunfa un deportista que con las uñas es dueño de ese merito, estaría bien recordarlo desde que empezó a trotar con tenis rotos y solo una agua de panela por desayuno.
 
Finalmente dedico esta entrada a los campesinos, personas que desde niño admiro por su esfuerzo y dedicación al sembrar la tierra y alimentarnos, a ellos que aunque no tengan estudios formales, ni tengan el vocabulario mas elaborado, son sabios y poseen conocimientos que no se aprenden en ningún colegio o universidad (por cierto, pasar por una universidad y obtener uno mas títulos no los hará mejores personas, ni mas cultos, o menos ignorantes si siguen metidos en sus trivialidades). Y les aseguro que todos tenemos un pariente campesino, así que la próxima vez que piensen en menospreciar a la gente del campo o utilizar este titulo como ofensa, recuerden que sin esa persona que de sol a sol trabaja en la tierra, no habría quien nos abastezca de alimento.

lunes, 26 de agosto de 2013

Quemando Las Banderas





Una bandera es un símbolo de unión, de gente que comparte algo en común, siendo necesaria cuando se quiere hacer notar que hay un colectivo que existe y desea dejar de ser ignorado para ser escuchado y ser tenido en cuenta. Es un símbolo que en sus colores y formas manifiesta esa voz.
Así nacieron las de los países y causas en el mundo, como la bandera arcoíris que tras el suceso del Stonewall en Greenwich Village, New York del ya lejano 28 de Junio de 1969, en el cual una comunidad se hartó ser ciudadanos de quinta, parias, perseguidos y avergonzados por ser diferentes solo por el hecho que romántica y sexualmente se inclinaban hacia su mismo sexo.
Todo empezó puro y con un sentimiento realmente fraterno, pero con el tiempo, al igual que con las naciones, la bandera se convirtió ese símbolo que nos apartaba y codificaba  de los demas en ese gueto que hoy llamamos mundo gay, y en vez de incorporarnos, armamos nuestro propia republiqueta con todos los vicios que esto trae. Y así, ser gay es algo casi religioso pues esta bandera señala nuestros lugares de socialización y encuentro, los cuales un espacio dentro y lejos del mundo heterosexual para ser nosotros mismos tras lo que la sociedad en general sabe que existe pero que no admite. Luego esta banderita se usa para introducirnos en un consumismo absurdo, porque tenemos el derecho a la unión y a la familia vetados, mas no el derecho a gastar y pagar impuestos como cualquier mortal; entonces tenemos boutiques gay, spa gay, agencias de viaje gay, accesorios gay pride e iconos supuestamente gay con los cuales identificarse, pero de paso obviando homosexuales realmente admirables en la historia que han hecho frente a esta sociedad, una que nos quiere borrar de su libro de penas.
Entonces ser gay se volvió algo idílico, pues si eras homosexual tenías que ser un efebo de gimnasio, de facciones angelicales, más vanidoso que el hombre heterosexual y tanto o más que las mujeres heterosexuales…básicamente réplicas del Miguel Ángel de Da Vinci y de las esculturas de Apolo que abundan en Grecia.
Entonces a mediados de los 80 otro tipo de homosexuales, lejos de la cultura pop y de ese ideal físico del adonis griego, quisieron manifestar que eran  maricones muy machos, con pelo en pecho y sin cuerpo esculpido, y si este era trabajado, no simulaban a Apolo sino a aquel icono de virilidad de la mitología griega, ese Hércules barbado y cubierto de vello que desafió fieras y copulo con tantas hembras como machos tenía a su alcance. Y así dentro de la bandera arcoíris nació una  bandera más, la de tonos pardos, las de los llamados osos. De nuevo todo fue fraternidad y buenas intenciones que con el tiempo crearon una subdivisión más, las de los gays, corpulentos, gordos y peludos junto con aquellos que los aman se obsesionan por ellos.
Así mismo se creó la bandera de los Leather (gays sadomasoquistas vestidos de cuero), la de los bisexuales, la de las lesbianas y otras tantas que simbolizaban otras subdivisiones de una comunidad.
Igualmente que la arcoíris, la parda con el tiempo se volvió un símbolo de distancia, y con más enfoque a un fetiche sexual que a la realidad inicial, pues estos machos barbados también iban a los mismos conciertos de Britney Spears, Madonna y demás; nada de Judas Priest y REM, ni siquiera Limp Wrist con un cantante modelo del hipermacho (todo un oso por cierto y se caga de la risa de eso) que declamaba la delicia de ser homosexual en sus liricas. Estos entes eran físicamente y forzadamente muy masculinos,  pero actitudinal mente y en maneras no muy diferentes a cualquier homosexual de un puticlub cualquiera.
Pero bien decía Emile Cioran en su Breviario de Podredumbre que la idea en si es neutra y pura pero el hombre proyecta en ella sus llamas y demencia; impura se transforma en creencias que con el tiempo da lugar a ideologías, doctrinas y farsas sangrientas.
En ese orden, toda idea por muy bonita que parezca se tuerce de acuerdo a la visión distorsioanda de quien la apadrina y difunde.
Por ello, el primer paso es decir no, y créanme si les digo que decir no es algo muy difícil, y ese no es el que dirá que no dejare que las etiquetas me definan, las que los heterosexuales quieran ponerme o las que yo mismo me tiente poner, ni mucho menos las que la comunidad gay se le antoje ponerme, porque si bien soy gay no soy parte de su comunidad,  yo soy parte de todo un mundo y no me importa la raza, sexo, inclinación sexual, nacionalidad, etnia, religión ni política de los demás, pues a la larga los aprecio o desprecio no por características tan superficiales, lo que hace que aprecie la gente va en su autenticidad, valor, sinceridad, individualidad y humanidad…Desprecio es la gente que es copia de otros, que necesitan de la aprobación de los demás y aglomerarse en causas banales, llenos de hipocresía y poca autenticidad, que siguen ideas idiotas sin sentido y no se miran a un espejo a ver cuán ridículos se ven.
Y digo no a las banderas, digo no a la de mi país o la de otro (y no es que no quiera a Colombia, pero no me trago ese patriotismo de cinco pesos de sombrero vueltiao, poncho y celebrando victorias de compatriotas que ni sabíamos existían, que solo felicitamos y usamos de orgullo casual ante ese complejo que tenemos de tercermundistas y hampones), digo no a la bandera arcoíris, digo no a la bandera parda…quemo todo lo que me pueda apartar de alguien solo por limitaciones tontas, es decir, si soy colombiano, aunque no soy igual a un italiano eso no quiere decir que no pueda compartir con alguno, e igualmente soy gay pero no todo tiene que ser gay en mi vida y vivir alejado de los heterosexuales como si fuesen seres de otro mundo…lo único que quiero me aparte, es ese algo que me aleje de la estupidez, prejuicio, poca amplitud mental, poses, pseudointelecto, falsedad, envidia y superficialidad que abunda en la gente que se regodea de ser diferente y en la contradicción de su discurso se ahogan en un callejón sin salida.

Quememos las banderas, por eso a partir de hoy Mr. Bliss no tendrá más bandera parda, ni oso del mes, ni me centrare a quedarme hablando del mundo gay, es hora de hablar de todo el mundo que hay alrededor.